martes, 3 de febrero de 2015

DIEZ AÑOS CON BUEN TONO EN CUDILLERO

“Somos amigos y nunca nos enfadamos”, dicen los miembros del coro “Peña Roballera”, que celebran su aniversario con ganas de seguir adelante y disfrutar cantando

 Cudillero, A. M. SERRANO

El coro “Peña Roballera” de Cudillero no funcionaría tan bien si sus miembros no fueran amigos. Los que componen ahora el grupo, que celebra los 10 años desde su fundación, son once. El director, Ángel Fernández Pola, viaja desde Oviedo a la villa pixueta todos los viernes para los ensayos. “Entras en la sala y ya estás en otro mundo”, dice. Tal vez ese sea el secreto de su éxito, la amistad y buen ambiente.
Esta agrupación de cantantes aficionados aspira a mantenerse en el tiempo, a organizar cada vez más citas musicales y a seguir dando a conocer las canciones marineras. Éste último es su principal objetivo. Hoy por hoy, el coro pertenece a la asociación “Amigos de Cudillero”, por ello tiene dos citas fijas al año: la entrega del premio “Amuravela de Oro” y la Fiesta Literaria de la Mar. “Son los mejores, porque jugamos en casa”, señala Javier Valdés, una de las voces más jóvenes. El único problema es la temida falta de financiación que, según el presidente de “Amigos de Cudillero”, Juan Luis Álvarez del Busto, afecta a todo. Pese a ello, el grupo sigue trabajando y cree que podrá aguantar como hasta ahora. El director del coro asegura que “Peña Roballera” tiene algo muy especial que no se ve en otras agrupaciones: “Son amigos, se llevan bien, pasan un rato juntos, disfrutan cantando, algo que no siempre pasa”. Además, cantar anima a las personas “y es recomendable para la salud”, destaca Pola. Sergio González es uno de los fundadores del grupo. En la última década ha visto evolucionar “mucho y bien” al coro. La agrupación nació primero en el seno de la asociación cultural “Avante Cuideiro”. Cinco años más tarde -en 2005-  pasó a formar parte de “Amigos de Cudillero”. Por él han pasado tres directores (Santiago Novoa, Maite Sagarzazu y ahora Ángel Fernández Pola) y con todos ha habido “buena sintonía”. Según Junquera, en lugares pequeños como Cudillero “necesitamos actividades y algo con lo que entretenernos. Además, con el coro, damos a conocer la villa”. La gente de Cudillero, por otra parte, “quiere cantar sus canciones, las de mar”. De no ser por esta agrupación “tal vez muchas estarían en el olvido”, señalan.
En el repertorio de “Peña Roballera” hay, no obstante, de todo. El director de la agrupación cree que pueden cantar piezas muy diferentes. No faltan las canciones marineras, ni las habaneras (“que mucha gente confunde con las primeras, pero son algo diferente”) ni la canción asturiana o los recuerdos a Pipo Prendes y Vicente Díaz”, subraya Pola. José Luis Valdés es otro de componentes del grupo. Vive en Muros de Nalón. Se desplaza a Cudillero a cantar “porque aquí tengo amigos y me animan”. Fue otro compañero, Gil Díaz, de El Berrón, quien le propuso formar parte del coro. “Hay armonía, nos gusta estar juntos y no nos enfadamos nunca”, dice Díaz. Por eso “no cuesta” desplazarse a la Casa de Cultura para entonar bajo la dirección de Ángel Pola. Todos creen que se puede cantar sin tener mucha formación. Solo hace falta tener ganas y paciencia.

                         (Publicado en “La Nueva España”, el 12 de enero de 2015)


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