martes, 10 de agosto de 2021

EN RECUERDO DE TICO MEDINA Y DE ELOY GUTIÉRREZ ÁLVAREZ


          Lamentablemente, en ocasiones hemos de utilizar nuestro blog o cuaderno de bitácora para dar cuenta de noticias tristes, como es el caso. La familia de “Amigos de Cudillero” está de luto, porque dos de sus grandes valedores se nos han ido en cuestión de un mes. El 5 de julio fallecía el popular escritor y periodista granadino de Píñar y presidente de honor de nuestro colectivo”, Tico Medina, y el 4 de agosto se nos fue el directivo Eloy Gutiérrez Álvarez. Vaya desde aquí nuestro más entrañable recuerdo para ambos y nuestro pésame para ambas familias

          En su recuerdo, el presidente del colectivo publicó en el diario “La Nueva España” los textos que a continuación reproducimos.

 

 

TICO MEDINA GARCÍA 

- Hola, Juan. Estoy muy enfermo. Me estoy muriendo.

- ¡Anda, no seas exageráo. Ya te salió la vena andaluza-, le respondí.

- No. Ahora va en serio.

- ¿Pero qué te pasa?

-“Estoy ingresado, con cáncer y los pulmones encharcados. Me alegro que me hubieses llamado para despedirme de ti, que me enseñaste a querer Asturias desde Cudillero. Y estoy seguro de que, cuando me vaya, que será en breve, San Pedro me abrirá las puertas del Cielo de par en par, que para eso soy pixueto de corazón y de adopción; incluso me rebauticé en la Fuente del Canto. Un abrazo muy fuerte, Juan, para ti y los tuyos; para Cudillero, para Asturias. Te quiero mucho.

- Bueno, tranquilo. Ya hablaremos. Descansa.

            Esa fue, más o menos, la conversación telefónica que mantuve el 27 de junio

pasado con Tico Medina. Una semana después, su pronóstico se cumplió. Desde entonces, ando un poco perdido, desnortado. Sí, ya sé que los años pasan y pesan, que es ley de vida. Pero cuando pierdes a un amigo –casi hermano-, algo de uno se va con él. Y, por otra parte, renacen los recuerdos…

            Conocí personalmente a Tico a últimos de la década de los 80. Era, no descubro nada, un periodista-reportero de prestigio internacional a quien admiraba por su manera de escribir y además me caía bien porque, todo hay que decirlo, en la revista Holatenía una sección titulada, creo, “Carta a siete nombres de mujer”. Y una de ellas se la dedicó sorprendentemente, porque no la conocía, a mi abuela Elvira Bravo. A través de nuestro común amigo, que también se fue, Faustino F. Álvarez, contacté con él y con motivo de asistencia a Madrid al rastrillo benéfico “Nuevo Futuro”, tuvimos ocasión de charlar y cenar con él en el Centro Asturiano de la capital e invitarlo a presentar en Cudillero a Faustino, que leería el VIII Cuaderno Literario “Escritores en Cudillero” en 27 de abril de 1990, lo que aceptó encantado. A partir de ahí, surgió el “flechazo” con la villa pixueta. Un año más tarde, sería él el autor del IX Cuaderno, una pieza literaria maravillosa, que nos leyó  durante el transcurso de la tradicional “Fiesta Literaria de la Mar”, el 27 de abril de 1991. Y nació una amistad imperecedera. Y fue cómplice y valedor de todas las actividades de la Asociación “Amigos de Cudillero”, de la que era presidente de honor.

            En 1997 hizo una ofrenda inolvidable en nombre del referido colectivo a Santa Ana de Montarés con motivo de la celebración del día del socio y fue llamado a pregonar la gastronomía y otras excelencias en distintas localidades de Asturias, siempre con calidad y calidez. Por otra parte, tuve el honor de escribir con él Cudillero en el recuerdo. Evocación gráfica, un libro que se agotó a los pocos meses de editarlo.

            En lo que a reconocimientos se refiere, fue distinguido, entre otros galardones,  con la Medalla de Plata de Asturias siendo presidente Sergio Marqués –otro gran paisano que se nos fue-, es Vaqueiro de Honor, Premio “Mandil del Colesterol”, de Avilés, y “Asturias” de Periodismo, del Centro Asturiano de Madrid. “Amigos de Cudillero” lo distinguió con la IX Insignia de Oro y con la XVII Amuravela de Oro. Y él nos distinguió a todos con su amistad.

            El caso es que se nos fue Tico, aunque no del todo, porque su amor y pasión por Asturias en general y Cudillero en particular perdurará entre nosotros. Como acaba de escribir mi buen amigo y poeta Manuel García Estadella:

            “Serás en Cudillero un recuerdo imborrable, / por mucho que se vaya la vida a navegar”.

            Descansa en paz, Tico. Amigo. Hermano.

 

En la foto, Tico Medina y Juan Luis, tras la celebración de la ofrenda de Tico en el I Día de los Amigos de Cudillero en Santa Ana de Montarés. 23 de agosto de 1997.



 

ELOY GUTIÉRREZ ÁLVAREZ

 Suele decirse –y por lo general parece ser cierto- que los verdaderos amigos se cuentan con los dedos de una mano. Afortunadamente ese no es mi caso, porque al menos quiero creer que son las dos. E incluso alguna más. Pero hoy 4 de agosto es un día triste, doloroso, porque me ha sido amputado un dedo de una de las manos; concretamente el llamado “corazón”. Y vaya si duele. Tanto, que me cuesta redactar estas líneas. Porque se ha ido un grandísimo amigo tras una dura lucha con esa maldita enfermedad llamada cáncer. Me refiero a Eloy Gutiérrez Álvarez (15.10.1941), natural de la cudillerense parroquia de Oviñana y vecino desde hace más de 50 años de Muros de Nalón, concejo del que es su esposa, Marisol Naves, donde nacieron sus dos hijos y en el que él tenía parte de su gran corazón, porque como decía el maestro Manuel Alcántara en Cudillero allá por 1986, “se es de donde se nace y se es de donde se vive. Acaso se es también de donde se muere”. En este caso, seguro.

            Eloy… No sé qué decir, qué escribir, porque lo hago a bote pronto. De corazón a corazón…

            Deportista nato, fue jugador del Real Sporting de Gijón, del Sabadell, de la U.D. San Esteban, del C. D. Cudillero…, y creo que el primer asturiano en formar parte de la Selección Juvenil Española, de fútbol, por supuesto. Luego fue panadero en Muros, relojero en Cudillero y también socio-fundador y directivo de la Asociación “Amigos de Cudillero”. Pero el reloj se paró.

            ¡Vienen a  mi mente tantas aventuras y avatares…! Los viajes con nuestras respectivas esposas, fundamentalmente a Sanxenxo y a La Coruña (¿verdad, José Manuel?), desde hace muchos años; los organizados por nuestra Asociación recorriendo España, la celebración de sus Bodas de oro matrimoniales, acto en el que tuve el honor de ser cómplice, dedicándoos a Marisol y a ti un modesto, cariñoso y especial sermón de “L´Amuravela”…

            Te estoy –te estamos- echando mucho de menos, querido amigo. Por supuesto, he de tener un cariñoso recuerdo para tu esposa Marisol, para tus dos hijos y para tus nietos… Un día de estos me escaparé hasta el Cabo Vidio para, desde allí, lanzar al aire y a la mar un manojo de flores regadas con unas lágrimas; y así, cada vez que me acerque ese mágico lugar, allá, en el horizonte, pueda ver tu imagen campechana, sana, sonriente y amable.

            Estoy seguro que San Roque y San Antonio, patronos de Oviñana y de Muros de Nalón,  te han abierto -con la venia de San Pedro- la puerta del Cielo, y que te han recibido tus padres, tus suegros y demás familiares y tanta buena gente que conociste y que gozan, como tú desde ahora, de la Vida Eterna.

            Un abrazo muy fuerte, Eloy, querido amigo. Ya nos veremos. Pero no te me aceleres, que no hay prisa. Si te parece, vamos a dejar primero que Grana, el de “Casa Zoilo”, y mi hermano Agustín, dejen de simpatizar con el Barcelona y se hagan socios del Real Madrid.  Y Alfonso, el del “Azpiazu”, lo contrario. Luego, hablamos. Descansa en paz.


En la foto, Eloy –primero por la izquierda- con sus compañeros de la Junta Directiva de “Amigos de Cudillero” en la playa de Aguilar. Falta Manuel García Estadella.

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