«Cualquier reconocimiento siempre nos llena de orgullo», afirma el jefe de la Comandancia Naval de Asturias del Ejército Español, Juan Fontán Suanzes. Lo dice en representación del buque escuela de la Armada «Juan Sebastián Elcano», que ha conocido estos días en alta mar que la asociación «Amigos de Cudillero» le ha otorgado el premio Amuravela de Oro.
Pese a que la embarcación está en constante viaje por los mares internacionales, la ceremonia de entrega de los galardones, el día nueve de julio, contará con la presencia de los mandos superiores y tripulantes, encabezados por el Comandante, Alfonso Carlos Gómez Fernández de Córdoba. Incluso podría estar en la entrega el Almirante Jefe Mayor de la Armada, Jaime Muñoz Delgado o a algún otro alto mando en su representación.
El Comandante Fontán explica que le comunicó al Comandante Gómez la concesión de la Amuravela de Oro y que éste se mostró muy agradecido. El navío se encuentra en el océano Atlántico de regreso a España desde Puerto Rico. Para el comandante Fontán el buque «es el barco más emblemático de la Armada, hay pocos de vela.
Uno de los mástiles lleva el nombre "Asturias"», detalla. Los otros tres son «Blanca», «Almansa» y «Nautilus», los nombres de los cuatro buques escuela que lo precedieron hasta que el «Juan Sebastián Elcano» fue botado el 5 de marzo de 1927 en Cádiz. El buque es la escuela de todos los oficiales de la Marina y «es un embajador de España muy importante, en puerto lo reciben como si fueran los reyes magos», comenta con simpatía el comandante Fontán.
La feliz coincidencia de que representantes de «Juan Sebastián Elcano» puedan asistir a la entrega del premio se debe a que casualmente, el buque atracará en Avilés del 8 al 10 de julio para participar en unas jornadas navales organizadas por el Ayuntamiento junto a embarcaciones como el «Creoula» o el buque escuela «Sagres» de Portugal. Después, pondrán rumbo a Galicia donde se celebrará la jura de bandera de los militares de la Escuela Naval de Marín y el reparto de los despachos de alférez de fragata.
COMPLEJO HOSTELERO "LUPA"
El restaurante Lupa, en San Juan, fundado en 1948, va ya por la tercera generación de la familia al frente del negocio
Trabajo, tesón, tratar bien a la gente, calidad y precios para todos los bolsillos. Estos son los secretos del complejo hostelero «Lupa» de Cudillero, al que la asociación «Amigos de Cudillero» ha otorgado la Amuravela de Oro a la trayectoria empresarial. «Somos gente normal, preferimos estar en segundo término, pero es un orgullo», afirma Pilar Uría, dueña del negocio junto a su marido Jesús Díaz, ya jubilado.
Uría y Díaz son la segunda generación de la empresa familiar que nació en 1948 como un ultramarinos. Cuando su marido se hizo cargo, comenzaron a expandirse, primero como un mesón y años más tarde conformando uno de los complejos hosteleros más importantes de Asturias. Hoteles, restaurante, cafetería y hasta cinco salones para bodas. Todo con trabajo. Pero no sólo de su empeño sino también «el de todo el personal que lleva toda la vida con nosotros», asegura Uría.
Aunque Uría sigue al pie del cañón hasta que se jubile el próximo año, es su hijo Alfredo Díaz y su mujer, Susana Fernández, quienes están al frente del negocio: «Mi nuera es el referente del Lupa», dice Uría, quien lamenta que no estén sus suegros en vida para celebrar el acontecimiento.
El trabajo en Lupa es duro. Abren los 365 días del año y nunca dicen que no a los clientes. «Siempre nos adaptamos a lo que necesiten», destaca. Además, no paran de hacer las reformas que sean necesarias y la última obra ha sido un parque infantil cubierto. Emprender e innovar. Será por eso que pese a la puesta en marcha de la Autovía del Cantábrico, que dejó el negocio fuera del tránsito de los coches, «la gente se desvía y siguen parando en Lupa», sostiene la mujer.
El objetivo: disfrutar del premio y mantener el nivel profesional que han tenido siempre.
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