lunes, 11 de julio de 2022

Cudillero entrega sus "Amuravelas de Oro" en un acto cargado de "orgullo" y "prestigio"

 Los periodistas Evaristo Arce y Lalo Azcona y la banda "Avante Cuideiru" reciben el galardón en una gala donde se recordó a Balbín y Lisardo Castro | Barbón recalca su guerra contra "el pesimismo de quienes se empeñan en que Asturias esté condenada".


La asociación "Amigos de Cudillero" entregó la 43.ª "Amuravela de Oro", los premios "que ganan en prestigio" cada año, a los periodistas Ladislao Azcona y Evaristo Valle y a la banda de gaitas local "Avante Cuideiru". Lo hizo recordando la independencia del galardón (que elige un jurado externo y variopinto), sus 43 años de vida, a las 81 personas e instituciones que cuentan con el reconocimiento y a dos personas especiales que ya no están presentes: el gaitero de Cudillero Lisardo Castro y el periodista José Luis Balbín, fallecidos ambos este año.

El presidente del colectivo, Juan Luis Álvarez del Busto, dio la bienvenida al numeroso público pasadas la una de la tarde. Casi 300 personas, como en los mejores tiempos antes de la pandemia, arroparon al colectivo y a sus tres premiados en un conocido restaurante de San Juan de Piñera. Tras las palabras de Del Busto, empezaron las glosas y la entrega de premios.

El director de la banda de gaitas "Ciudad de Oviedo", José Manuel Fernández Gutiérrez, fue el encargado de presentar a la banda de gaitas cudillerense. Lo hizo con un especial discurso en que recordó que nada es gratuito y que el éxito de la agrupación musical lo es "por su esfuerzo". "Por ella pasaron varias generaciones; es una gran familia", dijo. El director de la banda cudillerense, Sergio González, recogió un galardón que dedicó al fallecido Lisardo Castro. "Nuestra banda es escudo y emblema de Cudillero", proclamó. Sus palabras fueron de agradecimiento para todos los componentes del grupo, casi cincuenta, y para sus fundadoras, Purita y Juana.


   El alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli, continuó el acto para hablar de la vida y obra de Evaristo Arce, el periodista "amigo de sus amigos", el hombre que es "leal a su palabra", la persona "generosa, bondadosa y con sentido del humor" que siempre tiene presente a su familia y amigos. "Es un lujo conocerlo", opinó.


 

 Evaristo Arce, que desempeñó parte de su carrera en La Nueva España, recogió más tarde y emocionado el premio y ofreció un emotivo discurso. "El periodismo me dio todo lo que fui", contó en una sentida y aplaudida intervención. Arce, que es amigo íntimo de la directiva de "Amigos de Cudillero", aseguró que recibió el premio con "sorpresa". También recordó su concejo natal, Villaviciosa, de donde se siente "deudor", y sus ya incuestionables lazos con Cudillero, al que se siente muy unido desde hace décadas. El periodista no acabó su intervención sin pedir un paseo para la villa pixueta que lleve el nombre de los tantos premiados con estos galardones. Acabó con una declaración: "Si para López Pacheco su corazón era Cudillero, para mí Cudillero es Juan Luis (Álvarez del Busto)".



El jurista Javier Junceda intervino justo después. Presentó con un recuerdo muy personal "al emprendedor, al mecenas, al periodista, al comunicador" Ladislao de Arriba Azcona, más conocido como Lalo Azcona. Hizo un breve repaso a su trayectoria personal: recordó su paso por los medios de comunicación y su carisma, sus veranos en Cudillero, su orgullo de ser de Asturias, la filantropía a través de su fundación y su paso por el Consejo Social de la Universidad, del que, como pocos, fue un presidente "presente".

 



Lalo Azcona cerró los discursos de los galardonados con una alocución sin apoyo de papeles, recordando con fuerza a José Luis Balbín, y a esa capacidad que él tenía y que tanto echa de menos en la sociedad de hoy: "La de acercar a las personas". Recordó sus vacaciones de verano en Cudillero, la foto en blanco y negro que está en su lugar de trabajo y donde posa de niño con sus padres en la playa de La Concha de Artedo; y la "vuelta a casa (que representa recoger la ‘Amuravela de Oro’) que me hace tan feliz". También tuvo palabras para sus inicios en el periodismo y en concreto para La Nueva España, donde empezó a colaborar como corresponsal en Madrid cuando era joven. "Quizás por eso fui periodista", reconoció. "Pensé que valía la pena", añadió, y acabó su intervención dando la enhorabuena a la asociación "Amigos de Cudillero" "por mantener viva la llama de Cudillero". Suyo fue un "¡viva Cudillero!" debidamente correspondido.



Cerró la gala, para convocar la 44.ª edición de los premios, el presidente del Principado, Adrián Barbón quien destacó la importancia de sentirse "orgulloso" de pertenecer a un lugar, en este caso a Asturias, y confiar en sus posibilidades. "El orgullo de pertenecer no es solo añoranza, es también hacer algo para contribuir al desarrollo de Asturias", opinó. El jefe del ejecutivo regional recordó las que son algunas de sus batallas para hacer al Principado progresar: luchar contra la burocracia excesiva (para favorecer el crecimiento económico) y contra "el pesimismo" de "quienes se empeñan en que Asturias está condenada". Antes de la comida, sonó el himno de Asturias interpretado por la banda de gaitas "Avante Cuideiru" y el himno de España.







 









 
































Glosa de Lalo Azconapor Javier Junceda

Cuenta en su último libro Bieito Rubido -autor de un recordado Cuaderno Literario leído aquí en Cudillero-, que cuando recibía recomendaciones para el Cavia (incluso teniendo alguno el descaro de pedírselo a título personal), solía echar mano de una frase atribuida al presidente galo Poincaré y contestar que “las condecoraciones ni se piden, ni se rechazan, ni se portan”.

Siguiendo el criterio del actual director de El Debate, les aseguro que Ladislao de Arriba Azcona cumple en este caso con la primera premisa, a punto estuvo de hacerlo con la segunda y presumo que no lo hará con la tercera. 

Desde luego, lo que les puedo garantizar es que jamás pidió esta Amuravela de Oro que ahora le entregamos, sino que incluso se resistió a recibirla al considerarse carente de merecimientos. Y calculo que solo hará alarde de ella a partir de ahora por el profundo cariño que siente por esta tierra, donde pasó sus veranos de infancia -en Soto de Luiña, quién sabe si tropezándose en aquella época con Graham Greene-, así como por su hondo orgullo de pertenencia a Asturias, lo que le convierte en uno de nuestros más influyentes paisanos en Madrid.  

Creo que fue un discípulo de Cicerón el que, paseando por Roma acompañando a su maestro, le preguntó: “¿por qué no hay por estas calles ninguna estatua tuya?”, a lo que el gran jurista retórico respondió: “porque prefiero que la gente se pregunte eso a que se cuestione por qué la tengo”. 

Dudo que haya alguien que plantee este último interrogante cuando se habla de Lalo Azcona. El jurado de la Amaravela de Oro, en cualquier caso, lo despejó hace unos meses y con pleno acierto, al otorgarle el galardón que hoy pondremos en sus manos. Lo decidimos así porque queríamos reconocer con él al periodista, al emprendedor, al empresario, al comunicador, al mecenas y, en fin, al generoso hijo del Principado.

En su primera faceta profesional, sigue en nuestras retinas su desenfadada y natural presentación del telediario, como si estuviera en la salita de estar de cualquier hogar. En realidad, lo estaba, pero en la de millones de españoles a la hora de comer. Puso voz e imagen moderna a instantes trascendentales de la Transición, y luego se hizo popular en América a través del programa “300 millones”, que hoy habría que rebautizar como “600 millones”, por el crecimiento exponencial que ha tenido desde entonces nuestra amada lengua. 

En el mundo de los negocios, ha ido acumulando sonoros éxitos, siendo en la actualidad una referencia en el ámbito de la comunicación y de las nuevas tecnologías. 

La inquietud y filantropía de este ilustre ovetense alcanza igualmente al arte, a través de la Fundación Azcona, entidad sin ánimo de lucro concebida por él y dedicada con altruismo a la promoción y difusión de la cultura, apoyando sin desmayo la creación artística y la investigación relacionada con la pintura o la escultura. La Fundación Azcona publica con frecuencia trabajos sobre artistas y sus obras, habiendo merecido uno de ellos, en 2019, el premio nacional del Ministerio de Cultura al mejor libro de arte editado en España.

Hace poco, su Fundación donó a la Universidad de Oviedo la escultura Greco II, de Rafael Canogar, una imponente obra de acero oxidado al ácido que puede contemplarse en los jardines de la Facultad de Ciencias ovetense, en la esquina de Llamaquique y Calvo Sotelo.

Lalo Azcona fue, además, presidente del Consejo Social de la Universidad de Oviedo, encadenando unos mandatos caracterizados por la buena gestión y el óptimo desarrollo de nuestra Universidad, tanto interna como externamente. La presidencia de Azcona durante esos siete años está ya considerada como una de las más fructíferas, reconocida por cuantos hemos formado parte de ese órgano. Se dedicó en cuerpo y alma al Consejo, convirtiéndolo en un lugar grato en el que era posible discrepar, pero desde el respeto y conciliando las más dispares ópticas con la mirada puesta en el bien de Asturias. Y eso lo hizo sacrificando el escaso tiempo del que disponía, desplazándose a Oviedo cuantas veces resultó necesario, aprovechando también para visitar a su querida madre. Todos recordamos los agradables almuerzos en la calle San Francisco tras cada eterna sesión del Consejo, que tanto contribuyeron a forjar amistades y un sano compañerismo. Lalo fue, sin duda, un presidente presente, no ausente, y su ejemplo debiera seguirse en el futuro como modelo de buen hacer.

Y no les canso más.

El popular periodista gijonés Ladislao de Arriba Álvarez leyó aquí mismo, en 2010, el vigésimo octavo Cuaderno Literario “Escritores en Cudillero”. Hoy, su hijo Lalo ocupa su lugar al intervenir como galardonado con la Amuravela de Oro. Como se puede advertir, Cudillero y los Azcona, los Azcona y Cudillero, están ya unidos para siempre a esta entrañable asociación cultural, lo que nos hace muy felices a los que tanto cariño tenemos a este precioso concejo y a esa estimada familia.

Enhorabuena, Lalo.

 

Glosa de Evaristo Arcepor Alfredo Canteli

Señoras y señores. Muy buenos días.

Es un honor para mí dirigirme hoy a todos vosotros para hablaros de Evaristo Arce. Y os aseguro que no miento cuando os digo que es un honor, porque lo es. Vaya sí lo es.

Pero, a decir verdad, también es una enorme responsabilidad. Juan Luis, gracias por tan comprometedora encomienda. Mi cargo como Alcalde de Oviedo, y anteriormente en la presidencia del Centro Asturiano, hace que esté acostumbrado a hablar en público. Lo hago, casi, a diario. Sin embargo, os voy a confesar algo: hoy siento un cosquilleo especial poco habitual en mí.

Porque nunca es fácil hablar de un amigo, pero lo es menos aún si se trata de Evaristo: una persona culta, meticulosa y entregada a todo lo que hace. Hacerlo aquí, frente a tantas caras amigas y en este lugar, Cudillero, donde tanto cariño hemos recibido siempre Marta y yo, también juega hoy en mi contra.

Podría coger el camino más fácil y hablaros de su extensa y brillante trayectoria profesional como periodista y escritor, o de los muchos premios y reconocimientos que ha recogido a lo largo de su carrera, y nada más.

Pero, inevitablemente, tengo que hablar también de la persona para que, si hay alguien hoy aquí que no le conozca bien, descubra otras facetas de Evaristo. Siempre se ha sentido profundamente orgulloso de su carrera como periodista y de sus años de redactor en ‘La Voz de Asturias’, LA NUEVA ESPAÑA o ‘Asturias Semanal’, entre otras publicaciones.

También de su vertiente como escritor y de los libros que tan exquisitamente ha escrito.  Sirvió a la cultura en todas sus formas y en todos los frentes, desde el periodismo a la gestión, ya fuera pública o privada. Por amor al arte, y nunca mejor dicho, con mucho amor, desarrolló una importante labor como responsable de la Obra Cultural de la Caja de Ahorros de Asturias.

Y, posteriormente, fue captado por la Corporación Masaveu para ser el director de su importantísima colección de arte, de acuerdo con la Ley de Patrimonio Histórico, donde trabajó durante más de dos décadas. Además, allá por los años setenta, su impulso fue fundamental para la creación de la Bienal Nacional de Arte ‘Ciudad de Oviedo’.

Es evidente que su amor por el arte le ha acompañado intensamente a lo largo de toda su vida. He citado solo algunos de sus muchos éxitos profesionales, pero todos son justamente reconocidos por aquellos que le conocemos.

Sé que Evaristo nunca tuvo metas, pero desde muy joven supo lo que quería ser y qué camino seguir para conseguirlo. Y ya veis todo lo que ha logrado. No obstante, hoy prefiero presumir del amigo y compartir con vosotros todo lo que nos gusta de él, que es mucho. Conocer a Evaristo es un lujo y su amistad, como dice Guillermo Simón, supone un aumento de nuestro PIB. Que en el idioma de Evaristo significa producto interior de bienestar”. Y, desde luego, no le falta razón. Porque es una suerte poder conocer a un hombre como él, con tanto talento, tan generoso, bondadoso y con un gran sentido del humor.

Como os dije al principio, Evaristo se entrega en todo lo que hace. Y no solo en lo profesional. De su dedicación se han beneficiado escritores, pintores, escultores, etc… En definitiva, se han beneficiado la cultura y el arte de toda Asturias. Porque ha colaborado en la promoción, el desarrollo y la difusión de un incontable número de actividades culturales y sociales, lo que le ha convertido en una de las personas más reconocidas de esta materia en nuestra región.

 Evaristo Arce es, como bien dice Manolo Linares, “un pozo de conocimiento” y es, sin duda, un perfecto compañero de tertulias y conversación. Se toma tremendamente en serio sus charlas y coloquios. Lleva muy mal la impuntualidad de sus contertulios y así se lo hace saber a todos con educación, pero con firmeza. Porque es puntual hasta el extremo para sus citas y no concibe que absolutamente nada justifique llegar tarde a un buen café o a un buen debate con unos amigos.

 Para Evaristo, cada tertulia tiene su ubicación y se enfada cuando el local está cerrado, aunque sea por una causa más que justificada, o cuando la mesa en la que se sienta habitualmente está ocupada por otra persona. La verdad, amigo, es que eres un poco rarillo. Bueno, raro, ordenado y minucioso. Porque apunta a mano todas las conversaciones que mantiene, con todo tipo de datos, fechas y hasta posibles argumentos que pueda utilizar más adelante.

Evaristo también es muy detallista. Pero mucho. Tiene anotados en su agenda todos los cumpleaños, santos y aniversarios de sus amigos, pero también los de su familia más cercana. Y, cómo no, las fechas importantes de los familiares de sus amigos, junto a los suyos propios, que también los tiene controlados. Y llegado el día, te manda un mensaje muy cariñoso que dice: “no olvides felicitar a tu hermana” y tú, por supuesto, le agradeces tanto afecto, pero sobre todo le das las gracias porque el mensaje de Evaristo te ha ahorrado -y con razón- la regañina de tu hermana.

Es evidente que Evaristo es muy amigo de sus amigos. Su aspecto serio esconde una gran sensibilidad y una incondicional fidelidad. Es leal a la palabra dada y no concibe que alguien no lo sea. Ayudó lo que pudo y a cuantos pudo. Hace suyos los problemas y las alegrías de quienes le rodean, y no entiende mejor manera de disfrutar de la amistad que con una interesante tertulia en torno a un café o una buena comida que, por cierto, siempre organiza él. Le encanta organizarlas y tener un recuerdo de ellas.

 Por eso, siempre hace una foto de grupo al finalizar y él mismo se encarga después de entregar una copia personalizada a cada comensal. Así que, por favor, cuando terminéis hoy de comer, no os vayáis… pues no tengo ninguna duda de que querrá inmortalizar una ocasión tan especial como esta.

Evaristo es un hombre brillante, relevante y querido, como no podía ser de otra manera, por todos sus amigos y conocidos. Y, por ello, no es de extrañar que, a lo largo de su vida, haya recibido un sinfín de homenajes: como la medalla ‘Ágora Foto Cine Club’ de Candamo; el ‘Pote de Oro’ de Casa Conrado; el título de ‘Asturiano Predilecto’ del Centro Asturiano de Madrid; el carnet de socio de honor de la Sociedad Cultural ‘La Carbonera’; o la insignia de oro de esta Asociación ‘Amigos de Cudillero’ que hoy también le hará entrega de su ‘Amuravela’, entre muchos otros.

Pero estoy seguro de que el reconocimiento que más ilusión le ha hecho es el título de ‘Hijo Predilecto’ de Villaviciosa que le concedió su Ayuntamiento en 2019.  Evaristo es conciliador, bromista y socarrón. Y muy familiar.

 u mujer, Marilí; sus tres hijos Luis Mario, Javier y Cristina; y sus cuatro nietos Yasmina, Óscar, Luis y Alba, son lo más importante para él. También es generoso, como dije antes, y tiene un corazón enorme. Tan grande que lo tiene partido en tres: su Villaviciosa del alma, su Oviedo querido donde reside desde 1962 y este Cudillero mágico que lo atrapó y que hoy le ha traído hasta aquí para recibir esta ‘Amuravela de Oro’.

Sé que la aceptas con profunda emoción, ya que hace tiempo que por tus venas maliayas corre también sangre pixueta, aunque sea de adopción. Evaristo, enhorabuena por este sentido reconocimiento más que merecido. Yo, como amigo, solo pido poder seguir aprendiendo y disfrutando de ti muchos y muchos años más.

Quiero finalizar trasladando también mi más sincera felicitación a los otros dos homenajeados de esta edición: Lalo Azcona y la Asociación ‘Avante Cuideiru’. Y, por supuesto, agradeciendo a Juan Luis Álvarez del Busto, y a todos los miembros de la Asociación ‘Amigos de Cudillero’, su inquebrantable trabajo y su admirable dedicación.

Muchas gracias por vuestra atención.     

 

Glosa de la banda de gaitas "Avante Cuideiru", por José Manuel Fernández "Guti"

Autoridades, presidente y Junta Directiva de la Asociación “Amigos de Cudillero”, Premiados, señoras y señores, buenos días: Antes de hablar de Avante Cuideiru quería felicitar a los premiados de esta edición, es un honor compartir con ellos este galardón.

Es un momento especial para mi y para todo componente y excomponente de Avante, después de muchos años se nos reconoce en casa, se da valor a lo que durante muchísimos años hemos hecho. Nos lo reconocen los nuestros, nuestros amigos, vecinos, familiares. Reconoce nuestro trabajo una asociación de amigos, de amigos de aquí, de Cudillero y eso, hace que este sea uno de los reconocimientos y premios que mas nos llenan de felicidad.

La concesión de este galardón y la importancia que ha adquirido ‘L’Amuravela de oro’ a través de los años, me ha hecho desempolvar un libro de recuerdos y reafirmarme en la creencia de que tanto esfuerzo, al final, ha merecido la pena.

Avante Cuideiru nació en la Casa del Mar, como no podía ser de otra manera, miles de horas de clases y ensayos para después pasar por las Escuelas de Pozo y al final, nos establecimos en la Casa de Cultura de Cudillero donde ahora continuamos.

Como todo en la vida costó mucho, las cosas buenas cuestan mucho, y Avante no es buena, es muy buena. Es tan buena que nadie se imagina Cudillero sin su banda de gaitas, sin esta asociación por donde han pasado ya varias generaciones y que no es difícil ver a hijos e incluso nietos de antiguos componentes entre sus filas, por que Avante es algo mas que una asociación, es una familia.

Si señores al final el premio no es para una asociación, ese es el gran secreto de Avante, lo teníamos guardado como oro en paño, Avante es una gran familia que recorre cada casa de Cudillero, cada rincón de la villa y del municipio, y que con el paso del tiempo sus raíces han llegado a casi toda Asturias. En esta parte es donde me voy a poner demasiado melancólico asique intentare no extenderme mucho para que no se me salte la lagrimilla.

Los que no conocen Avante creen, erróneamente, que la sustenta un personaje enorme, con una personalidad abierta, risueño y que aparenta ser buena persona, pues están equivocados, si es cierto que tiene todas esas virtudes y muchísimas más, pero Sergio o Franxón como se le conoce en la villa es la cara visible de quien durante muchos años ha hecho que Avante sea una familia y esa persona es Encarnita o Cani como la conocemos familiarmente. Cani gracias por estar siempre ahí, porque sin ti esto hubiera sido imposible.

Es el clarísimo ejemplo de la frase tan popular que dice que detrás de un gran hombre hay siempre una gran mujer. Pues si señores detrás de ese gran hombre al que quiero, escucho y respeto hay una gran y dulce mujer a la adoro y que desde el primer minuto me hizo ser uno mas en su familia. Una familia formada además por dos grandes músicos que quedaron al mando de la banda cuando me fui.

Sergín que comenzó conmigo cuando tenia 8 años y aunque llegue a Ministro para mi va a continuar siendo sergín toda su vida y Berna que casi lo veo nacer y hoy ejerce de hermano mayor de mis propios hijos. Ellos han hecho que la banda llegue a donde está ahora mismo, una de las mejores Bandas de gaitas de Asturias. No voy a ser capaz de enumerar las miles de actuaciones que Avante realizó, cientos de viajes donde en cada uno de ellos el señor presidente y yo acabábamos discutiendo, y por su puesto, siempre acabábamos reconciliándonos.

Creo que por Europa no nos quedó sitio por ir, Francia, Italia, Finlandia, Austria, etc. América reconquistada de nuevo con nuestras gaitas: México, Santo Domingo, etc., y cuando creíamos que ya no había más, nos lanzamos a por China. Pues si señores todos esos países y muchos más tuvieron la oportunidad de saber donde estaba Cudillero y Asturias, porque al final somos unos embajadores orgullosos de nuestra tierra, de nuestra cultura y presumíamos de ello en cada desembarco.

Es tal nuestro prestigio que hasta el Papa en su visita a Asturias pidió que lo recibiera la Banda de gaitas Avante Cuideiru en el aeropuerto y como no podía ser menos se quiso sacar una foto con nosotros que ha quedado en un recuerdo inolvidable de nuestras vidas. Por si alguien no lo sabe el Franxón tiene una virtud oculta que solo algunos de nosotros conocemos y que hoy, si me das el permiso querido Sergio, la voy a desvelar.

Al señor presidente de Avante Cuideru no se le resiste ningún guardaespaldas, da igual que sea el guardaespaldas del presidente de un país, de un Rey o del Papa, si Sergio decide que se tiene sacar una foto con la banda, se rompe cualquier protocolo y se consigue.

Quiero finalizar diciéndoles que Avante es una forma de entender la vida, es amor por Asturias, por nuestras tradiciones y nuestra música. Es hermandad, respeto, educación, lealtad, sacrificio, trabajo, Avante es una gran familia. Es el mejor sitio del mundo para estar, para crecer y para enraizar, por eso les doy las gracias, porque desde que llegue a Cudillero me hicieron sentir un pixuetu más y por eso tengo aquí mi otro hogar.

Muchas gracias

                                                                                                                        Ana M. Serrano

La Nueva España 10 de Julio de 2022



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