lunes, 9 de julio de 2012

ACTO DE ENTREGA DE LA XXXIII AMURAVELA DE ORO

El domingo 8 de julio tuvo lugar en el Hotel-Restaurante Lupa de San Juan de Piñera (Cudillero), el acto de entrega de los galardones “Amuravela de Oro” que anualmente concede la Asociación Amigos de Cudillero y que este año distinguió al pintor Manuel Linares y al empresario Antonio Suárez.

   Abrió el acto el Presidente de la Asociación, Juan Luís Álvarez quien tras dar la bienvenida a los presentes, mostró su satisfacción por poder celebrar un año más el encuentro, plenamente consolidado y que es además uno de los más prestigiosos de la región.
   Tras su intervención, la de Adolfo Barthe-Aza, secretario del jurado, y Carlos Rodríguez, maestro de ceremonias, correspondió a Fernando Almansa, ex jefe de la Casa del Rey, glosar la figura de Antonio Suárez y su extensa trayectoria empresarial: Presidente del grupo Marítimo Industrial, uno de los más importantes del sector de Latinoamérica, y de la Asociación Nacional de Productores de Atún, fundador de la Compañía Española de Pieles Finas y de otra veintena de empresas, su actividad está encaminada al desarrollo de nuevas empresas en México vinculadas a la industrialización de pieles de especies marinas, a la pesca de atún, a la acuicultura y a la integración de un complejo pesquero muy diversificado de proyección internacional. También destacó «su integridad, esfuerzo, generosidad y el amor que siente por la tierra en la que ha nacido». «Antonio no ha dejado de venir a Asturias, manteniendo actividades empresariales, y tampoco ha dejado de echar una mano para hacer de España un país mejor.
   Antonio Suárez prefirió hablar de sentimientos a hacerlo de números: «A México me fui por amor y lo más grande que he hecho allí es formar una familia junto a mi mujer». Confesó en su discurso de agradecimiento el regalo que le hizo a su primer nieto por su nacimiento. «Ese día solicité la doble nacionalidad y le dije a mi hija Fernanda: «Ojalá tu hijo sea al menos la mitad de buen mexicano que fue su abuelo asturiano. Si se da, se recibe», afirmó el premiado, que quiso compartir su distinción «con todos los emigrantes asturianos».
   Al periodista Evaristo Arce le tocó introducir la figura de Manuel Linares, del que afirmó: «Dice lo que piensa, piensa lo que dice, hace lo que debe y promete lo que puede cumplir. Manolo es un incansable luchador, un ser romántico y utópico que dedica gran parte de su creatividad y de su energía a causas nobles y altruistas y de promoción social y cultural». Arce lamentó que «Asturias no haya reconocido suficientemente sus méritos y contribuciones».
  
 Muy emocionado tras las palabras de su amigo, Linares, que no pudo ocultar las lágrimas, destacó «el papel de los emigrantes que hicieron grandes fortunas que remitieron posteriormente a su país de origen» y lamentó que «algunas de las fundaciones creadas con este dinero estén ahora abandonadas». También destacó la figura de Antonio Suárez, «un empresario entre la gaita y el mariachi. Eso es lo que tanto necesita esta tierra. Antes que la cultura y la política está el alimento y el vestido, y eso sale de los empresarios», concluyó con la voz entrecortada.
   El consejero de Economía y Empleo, Graciano Torre, que cerró el turno de intervenciones, puso como ejemplo las trayectorias de Suárez y Linares «para no caer en el pesimismo y enfrentarse a la crisis económica con esfuerzo, ilusión y sacrificio».
   Tras los discursos, las 400 personas que asistieron al acto, entre las que se encontraban personalidades de la cultura, la empresa y la vida política, como el presidente de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE), Severino García Vigón; el ex presidente del Principado Vicente Álvarez Areces, el alcalde del Cudillero, Gabriel López, la alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón; el marqués de Laserna, Íñigo Moreno de Arteaga, o el director general del Banco Herrero, Pablo Junceda, acompañaron con sus voces al coro «Peña Roballera». La agrupación incluyó en su repertorio como homenaje a los galardonados la canción «Yo sigo siendo el Rey» y el himno «Asturias Patria Querida» .



 

   Una vez más, la Asociación ha hecho sonar a un alto volumen el nombre de Cudillero a través de toda la región y más allá de sus fronteras organizando un acto sencillo, emotivo y brillante, tal y como nos tiene acostumbrados a lo largo de estos treinta y tres años.